Resguardo Indígena en Colombia recibe al Secretario General de la Federación Luterana Mundial

El reverendo Martín Junge saluda a mujeres indìgenas en cabildo en Pueblo Nuevo, Caldo. Foto Diego Àlvarez


El pasado 3 de noviembre el secretario general de la Federación Luterana Mundial, Martín Junge visitó el resguardo indígena de Pueblo Nuevo, en Caldono, Cauca, Colombia y conversó con los diferentes líderes y gobernadores que acogieron uno de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reintegración (ETCR), donde miembros de la ex guerrilla de las FARC-EP hacen su transición a la vida civil después de 52 años de conflicto armado interno.

Luego de un largo recorrido por las montañas del Cauca, la comisión de la Federación Luterana Mundial y DIPAZ (Diálogo Intereclesial de la Paz), organización que apoya el programa del Servicio Mundial en Colombia, fueron recibidos con amabilidad por pastores y líderes indígenas de este resguardo, que ha sido uno de los que más han sufrido el impacto de la guerra, siendo Caldono el segundo pueblo con más tomas guerrilleras o ataques a la población.

Los líderes le contaron a Junge sobre lo que ha sido la resistencia civil y el papel fundamental que han tenido las mujeres y los niños: “un día nos cansamos de las tomas que hacía la guerrilla y decidimos hacer una protesta pacífica. Pasamos de casa en casa y las mujeres y los niños fueron los que más presentes se hicieron con sábanas, manteles, servilletas… cualquier cosa blanca que nos ayudara a manifestar que no nos íbamos a dejar consumir por la violencia” cuenta un pastor indígena.

Por otro lado, los líderes también resaltaron el papel que han tenido las iglesias en la resistencia civil pacífica y la reconstrucción del tejido social: “la fe de las iglesias nos ayudaron a resistir la violencia y mantenernos unidos. Las autoridades indígenas le estamos dando importancia a las iglesias y juntos estamos reconstruyendo el tejido social”, sentenció uno de los gobernadores.

A pesar de la adversidad, los líderes manifestaron apoyo total al Acuerdo de paz firmado entre el gobierno y las FARC-EP. Evidencia de esto es la decisión que conjuntamente tomaron para que el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Carlos Perdomo, fuera el único instalado en un resguardo indígena.

Sin embargo, también realizaron distintas críticas a lo que está pasando con la implementación del Acuerdo de Paz directamente en las regiones. Para esta población es de gran preocupación que las zonas que ya no ocupan las FARC, estén siendo invadidas por grupos paramilitares, bandas criminales y guerrillas como el EPL y el ELN.

Pese a ello y a todas la necesidades que han surgido, sus mensajes fueron un espaldarazo al Acuerdo y un llamado reflexivo a la construcción conjunta de la paz como el único y verdadero camino para tener un país en paz “la paz la debemos construir nosotros mismos, no es algo que viene de afuera, tenemos que construirla desde nuestros hogares.”

Finalmente, Martín Junge, agradeció al pueblo de Caldono por su cálido recibimiento y los animó a seguir resistiendo. Manifestó su compromiso de comunicar a las instancias pertinentes tanto los logros como los obstáculos en la implementación de los pueblos indígenas. “Los insto a involucra a las mujeres en la construcción de la paz”, añadió. “La paz debe ser una paz con todos y para todos”. Agradeciendo a los líderes de la comunidad por establecer un ETCR aun con todas sus experiencias de violencia anterior el Rev. Junge comprometió un continuado acompañamiento al resguardo indígena. .

Como aporte a la construcción de paz en Colombia, La Federación Luterana Mundial ha apoyado al Diálogo Intereclesial por la Paz (DIPAZ) en la veeduría de la implementación de los Acuerdos de Paz en los territorios, que por estos días realiza el lanzamiento de su segundo informe de veeduría ciudadana: “Los claros oscuros del camino hacia la paz”.