FLM y ONIC le apuestan al fortalecimiento de las condiciones de protección de las comunidades étnicas del Chocó

Foto: Equipo Chocó FLM

 

Comunidades indígenas del Chocó pertenecientes a las seis subregiones del departamento: Carmen de Atrato, Bojayá, Riosucio, Juradó, Alto Baudó y Litoral del San Juan, vienen participando del proyecto “Aumentar la resiliencia de las comunidades étnicas del Chocó a los riesgos inherentes de la región”.

Gracias al trabajo de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), socio implementador del proyecto, y colíder del componente de protección, las comunidades han participado de un intercambio de conocimientos que abarca temas de Derechos Humanos, autogobierno, instrumentos de protección comunitaria, liderazgo juvenil para la supervivencia e instrumentos normativos.

Este proceso de formación es orientado desde un enfoque étnico basado en el fortalecimiento de la fuerza espiritual y los planes de vida de la Guardia Indígena, con tres ejes principales: i) el origen histórico de la resistencia de los pueblos, ii) el cuerpo de la resistencia, y iii) propuestas, proyecciones y compromisos.

De manera simultánea el equipo implementador de la FLM avanza con el componente de seguridad alimentaria y medios de vida. Esto se realiza por medio de la presentación de las parcelas comunitarias, con el fin de fortalecer la soberanía alimentaria a través de las réplicas familiares, fomentar las mingas o trabajo comunitario, y vincular a los niños, jóvenes y adultos, teniendo en cuenta la orientación de los mayores y la cosmovisión del pueblo Embera.

La parcela comunitaria será un espacio de capacitación teórico-práctico, donde se aprende haciendo y se enseña demostrando; en busca de reivindicar las formas ancestrales de producción, el trabajo en comunidad y los sistemas propios.

Por otro lado, se inició la estrategia para la prevención de las violencias basadas en género; el primer encuentro comunitario permitió abordar temas de prevención de las Violencias Basadas en Género, y una introducción a la categoría de género. Asimismo, se han realizado talleres de sensibilización, con el objetivo de fortalecer la identidad de la mujer y sus prácticas, promover la transformación de los estereotipos de género y fomentar las redes de apoyo y solidaridad contra las violencias que impactan la vida de las mujeres. 

Durante el desarrollo de estas actividades, la comunidad realizó un mural comunitario con compromisos de corresponsabilidad en las tareas del hogar, que invita a la reflexión sobre las labores diarias que las mujeres asumen y que muchas veces son invisibilizadas y poco reconocidas.

También se han adelantado talleres participativos con las comunidades sobre conocimiento del riesgo, identificación de escenarios, actividades que permiten el reconocimiento de una emergencia y un desastre y la identificación de cuatro conceptos claves: amenazas, capacidades, vulnerabilidades y riesgos, como insumo principal para la construcción del escenario de gestión del riesgo de la comunidad.  

Este proyecto que busca generar condiciones favorables para que las comunidades puedan   vivir en el territorio de manera digna, con mayor protagonismo y mejor bienestar psicosocial, se logra gracias a la alianza entre Act Iglesia Sueca, el Programa Colombia de la Federación Luterana Mundial, y la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), financiado por la Dirección General de Protección Civil y Ayuda Humanitaria de la Unión Europea – ECHO.