En Arauca proponen mínimos humanitarios para desescalar el conflicto armado.

Diálogo para la No Repetición en Arauca. Foto: Cortesía Comisión de la Verdad

 

Varias organizaciones nacionales e internacionales de la sociedad civil, proponen a todos los actores del conflicto armado interno en Arauca ocho mínimos humanitarios para minimizar el impacto del conflicto en el departamento.

 

Durante el año 2019 el conflicto armado interno se intensificó en el departamento de Arauca generando una grave crisis humanitaria con frecuentes combates entre grupos armados ilegales y la Fuerza Pública quienes han aumentado su presencia siendo el segundo departamento con más pie de fuerza en el país, después de Tumaco. Por otro lado, aumenta el registro de nuevos casos de reclutamiento forzado de menores, la expansión de minas antipersonales y trampas explosivas en las zonas rurales, sin dejar de un lado el aumento de la crisis migratoria y económica por el paso fronterizo araucano de venezolanos (aproximadamente 45.000 en 2019) hacia Colombia. Según reportes de la Defensoría del Pueblo de Arauca en lo que va corrido del 2019, se han registrado más de 130 homicidios, de los cuales 100 casos son de sociedad civil.

 

Ante esta grave situación, y en el marco del despliegue territorial de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad en Arauca, se convocó a un comité de asesores de diferentes organizaciones con presencia en el departamento para construir unos mínimos humanitarios que permitieran, en el marco del conflicto armado interno, minimizar el impacto de las hostilidades en los araucanos, y empezar acciones básicas que deben implementar todos los actores del conflicto para no afectar a la población civil. Dentro de los ocho mínimos humanitarios se encuentran temas para la prevención del reclutamiento de menores y el asesinato de líderes sociales, y la no aceptabilidad del uso de artefactos explosivos y la violencia contra las mujeres.

 

Los mínimos humanitarios son:

 

  1. La vida es sagrada. Cada vida es irrepetible, cada persona es irremplazable, cada muerte es irreversible.
  2. El cuerpo de la mujer no es territorio de guerra. La mujer no es botín de guerra, el cuerpo de la mujer se respeta.
  3. Respeto a campesinos, afros, indígenas y población diversa. Su vida, su territorio y sus organizaciones deben gozar de autonomía.
  4. No más explosivos en conglomerados humanos. Minas y remanentes de guerra no deben usarse, su uso está proscrito.
  5. Este conflicto armado no es asunto de migrantes. Si cruzan la frontera, lo hacen por necesidad. Su destino no puede ser la muerte.
  6. Respeto a las misiones médicas y humanitarias. Su servicio es fundamental para mitigar el sufrimiento de las comunidades.
  7. No más niños, niñas, ni adolescentes en la guerra. Sus derechos son prevalentes, son la alegría presente, en sus manos está el futuro. Se debe proteger la comunidad educativa.
  8. Por el respeto a los líderes y lideresas defensores de DDHH. Su misión es legítima. Trabajan por la justicia social, el territorio y la democracia.

 

Estos ocho mínimos fueron definidos por la Defensoría del Pueblo, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Federación Luterana Mundial, la Mapp OEA, la Universidad Nacional, ONU Derechos Humanos, y el Mecanismo de Verificación de Naciones Unidas. El lanzamiento se realizó en el marco del Segundo Diálogo para la no Repetición, realizado en Arauca el pasado 12 de septiembre de 2019. La tarea de ahora en adelante para el posicionamiento de los mínimos, es trabajar en la difusión y divulgación para llevar este mensaje a todos los actores del departamento de Arauca.