Bojayá en el camino de la reconciliación


Nosotros sentimos el dolor y las lágrimas de haber perdido a nuestros familiares, igualmente ustedes han sentido el dolor y la impotencia de haber abandonado a sus familias por causa de la guerra” Máxima Asprilla

Reconciliación fue la palabra utilizada por el director de la oficina Arauca-Chocó de la Federación Luterana Mundial, Willian Paredes, al abrir el espacio de diálogo y encuentro entre los excombatientes de las FARC, en proceso de reincorporación a la vida civil, con los delegados del comité de víctimas de la masacre de Bojayá. Este evento contó con la presencia de Michael French coordinador de programa de la FLM desde Ginebra y de Beatriz García coordinadora de programa de la FLM Colombia.

El diálogo entre los asistentes se dio bajo la mirada expectante del cristo Negro de Bojayá, una imagen imponente que mide dos metros y medio, la cual fue entregada por las FARC, como muestra de voluntad de resarcir los daños causados durante el conflicto armado. Se dice que su tamaño es así de grande “porque para las FARC así mismo es el compromiso para resarcir los daños a las víctimas”.

“Como victimas nos queda la satisfacción de haber sido quienes pusimos la primera piedra en el proceso de reconciliación cuando tuvimos la tranquilidad de pararnos al frente de las FARC y aceptar las excusas públicas sin agredir a nadie ni verbal ni físicamente. De igual forma hoy ustedes se están dando cuenta que tener una familia es lo mejor que le puede pasar a un ser humano, hay mucha gente con dolor pero ustedes también han sentido dolor. Nosotros sentimos el dolor y las lágrimas de haber perdido a nuestros familiares, igualmente ustedes han sentido el dolor y la impotencia de haber abandonado a sus familias por causa de la guerra”

Finalmente víctimas y victimarios se encontraron en un fuerte abrazo como símbolo de hermandad,  unión y aceptación, dejando claro el mensaje de que son bienvenidos siempre y cuando se acojan a las normas principios y reglamentos comunitarios.